La gracia que tiene todo esto, es que yo siempre había tenido miedo a todo lo que llevara bata blanca, agujas o sacara sangre Y sin embargo en este tiempo he aprendido cosas muy practicas para la vida.
Algunas se encontraban en sus libros y ella me las ha enseñado, pero otras, las más importantes, eran lecciones que se encontraban en la vida y en cada persona.
Cuando pensaba que había aprendido los pasos básicos para hacer una RCP, me enseñó que existe otra que hay que practicar cada día y que esa es la que nos salva "la vida de la vida". Desde que la he aprendido a hacer, la practico cada día.
Por eso aquí os dejo esta ilustración de Isella. ¡Para que os animéis a hacerla también!.
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