lunes, 19 de diciembre de 2011

La suerte está en los pequeños detalles.


En la vida de las personas siempre se suelen recordar  sus grandes actos, el momento puntual en el que se hicieron leyenda. Pero nadie recuerda lo pequeños detalles de sus vidas, los matices que construían sus días y que los convertían realmente en lo que eran. Si saludaban al vecino, si sonreían cuando regaban sus flores o si simplemente eran felices detrás del telón.

Los pequeños detalles de la vida son los instantes en los que a nuestro lado pasa algo maravilloso. Unas veces sabemos apreciarlo, lo disfrutamos y nos maravillamos con esa magia efímera que posee ese  rápido instante, mientras que otras veces, estamos tan preocupados o tristes por algo, que pasan inadvertidos.
Una de mis citas favoritas es esta de Anatole France: “Si exageráramos nuestras alegrías como exageramos nuestras tristezas nuestros problemas perderían importancia”.

Y pienso que es verdad, por eso deberíamos parar cada día a saborear esos pequeños instantes de felicidad que aparecen fugaces en nuestras vidas, las sonrisas de nuestros amigos cuando nos ven, los gestos cómplices de quien amamos, ese nuevo perfume que nos hemos comprado…
En todos ellos hay algo delicado que contiene en sí los matices de lo único, por eso estas navidades os dejo una pequeña manualidad para hacer.

En navidad celebramos las comidas y cenas más especiales del año, por tanto, como vistamos nuestra mesa cobra especial importancia. La manualidad que os propongo es muy sencilla, consiste en hacer con rollos de cartón, unos servilleteros navideños.

Necesitaremos:
-           un rollo de cartón
-          unas cintas y silicona
-          abalorios
-          pistola de silicona





Cortamos el rollo cada 6 centímetros aproximadamente, haciendo tantos trozos como servilleteros queramos. Después envolvemos cada trozo de cartón con la cinta recubriéndolo totalmente y la fijamos con un poco de silicona. Por último pegamos los abalorios en el servilletero y ¡voilá terminado!

“Todo lo que el hombre siente profundamente o imagina claramente queda impreso en el subconsciente y se manifiesta en los menores detalles”. Florence Scovel

viernes, 16 de diciembre de 2011

El efecto mariposa transformó al hombre de mis sueños...


Un antiguo proverbio chino dice que: “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.

A veces en la vida, nos sentimos pequeñitos, creemos que nuestros actos o nuestras palabras van a caer en sacos rotos. Nos sentimos impotentes luchando contra gigantes, sintiendo que cada vez perdemos más fuerza, solemos olvidar que en esas situaciones no es la fuerza lo que más vale, son nuestras ganas de luchar y nuestra valentía. Si creemos que podemos ganar, si lo soñamos como hizo David, venceremos a Goliat, sólo hay que perder el miedo a los gigantes. Los gigantes en mi vida suelen ser los cambios, la decisión de escoger, tomar caminos y abandonar otros otros…

Pero son inevitables y necesarios, se suele decir que todo el mundo debemos reinventarnos al menos una vez en la vida, pero yo pienso que debemos hacerlo muchas veces, que debemos aspirar siempre a una metamorfosis mejor.
Todos nos hemos reinventado también en el amor, hemos ido transformando y modelando al hombre de nuestros sueños a medida que hemos vivido experiencias.

Si miro atrás, el príncipe azul que yo soñaba de pequeña, ha cambiado muchas veces de color.
Ya no viene en caballo ni tiene espada y suele llevar deportivas. No me salva de dragones ni de brujas porque prefiero luchar yo misma. Se suele enfadar y también se equivoca, a veces ni siquiera tenemos los mismos gustos, pero basta una mirada para saber que de cualquier forma y en cualquier lugar él encontraría un castillo donde seguir escribiendo nuestro cuento.  

Si apareciera de repente no me extrañaría, porque las cosas importantes de la vida llegan cuando menos lo esperamos...
Mientras tanto como dice Vega: “que si la vida no me trata bien, yo me voy por pies a ese lugar donde las manzanas sientan bien”.

Otras veces, pienso que ya lo he encontrado…


Obra: El libro de la vida de David Kracov

domingo, 11 de diciembre de 2011

Desde hace 4 años hay una estrella más en el cielo


¿Habéis visto alguna vez la transformación que sufren las personas que padecen cáncer?

No me refiero a la quimio y la degradación física que lleva consigo el tratamiento, me refiero al valor y la fuerza que se instala en ellas y que las hace luchar como fieras contra él, mirar la vida con una nueva esperanza y una vez superado, las convierte en mujeres guerreras que ya nunca más se achantarán ante la vida.

Yo conocí hace años a una mujer así, aunque ella perdió el pulso con el cáncer, me enseñó lo más importante, que una persona cuando conoce el amor, ÉL DE VERDAD, llega hasta las ultima consecuencias, hasta compartir con nosotros, nuestro último aliento. Y muchos quizás no lo podáis entender, pero hay una gran dicha en todo eso.

Este amor tan especial cuando entra en nuestras vidas viene de la mano con la felicidad, aunque esta no es su única cualidad, para mí con su magia transformadora es capaz de todo, incluso de sobrevivir a la muerte. Por eso, otro don igual de importante que posee el verdadero amor es que lleva intrínseca la salvación.

¿Por qué  creo yo firmemente en esto?

“Porque hace 4 años en la cama de un hospital, vi a una mujer  con amor, morfina y cáncer hacerse eterna”.

¿Qué importa que la estrella esté remota y deshecha la rosa? Aún tendremos el brillo y el aroma. León Felipe



Te quiero Hayworth, fue una suerte que fueras mi musa.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Love Actually, Naranja y Navidad...


Una de las tendencias que viene pisando fuerte este invierno es el color Naranja, éste aporta vitalidad y nos proporciona un look menos invernal y más cálido. Muchas estarán encantadas de poderlo incluir en su armario y llenarlo de color, mientras que otras mucho más clásicas no se lo pondrían jamás en pleno Diciembre. 
Seas como seas, no te preocupes, Luis Buñuel solía decir: “La moda es la manada, lo interesante es hacer lo que a uno le dé la gana”.

Lo que nunca pasa de moda son algunas películas, el cine nos hace soñar y nos hace pensar que existe una historia así para nosotros. Lo que a veces ignoramos es que nuestras historias de amor no son únicamente de dos personajes, siempre están enlazadas con otras. Cuando nos enamoramos hay alguien que se alegra, otro que se sorprende y un tercero que sufre… Casi siempre es así por que el amor es eso, sentimientos diferentes para una misma historia.

Una película en la que se reflejan la variedad de sentimientos es en “Love Actually”, aunque todos estén escritos bajo la palabra amor. Y uno de los momentos que más me gustan es éste, el diálogo perfecto y maravilloso que mantiene Sarah con su jefe y amigo Harry, porque el amor de un amigo que nos aconseja con el corazón, también puede cambiar nuestra existencia.

-¿Harry?
- Sarah, apaga el móvil y dime exactamente cuánto tiempo llevas trabajando aquí
- hum…2 años…7 meses…3 días, y supongo que 2 horas?
- y cuanto hace que estas enamorada de Karl nuestro, enigmático primer diseñador
- hum… 2 años…7 meses…3 días, y supongo que 1 hora y 30 minutos
- me lo imaginaba
- crees que todos lo saben?
- Si….
- ¿crees que lo sabe Karl?
- si….
- ohh eso es una muy mala noticia
- bueno he pensado que tal vez ya es momento de hacer algo al respecto
- ¿cómo qué?
- Invítale a tomar una copa, y los 20 minutos como quien no quiere la cosa, le dices que te gustaría casarte con él, hacer mucho el amor y tener muchos peques.
- ¿tu sabias eso?
- si…, y Karl también. Piénsatelo por el bien de todos, es navidad
- como no, genial, eso haré; gracias jefe.

Otro momentazo es éste, un padre apoyando a su hijo pequeño para que se declare a la chica que le gusta, enseñándole que el amor es eso, querer hasta las últimas consecuencias aunque parezca una locura y apenas tengas diez años.

—Pero díselo.
— ¿El qué?
—Que la quieres.
—Ni hablar, su avión sale esta noche.
—Sam, no tienes nada que perder, y te arrepentirás si no lo haces. Yo nunca se lo dije lo suficiente a tu madre. Tendría que habérselo dicho cada día, porque era perfecta cada día. Las películas no se acaban hasta que sale la palabra fin.

Y por supuesto  no podía faltar la declaración más bonita y original que he visto jamás y que a mí, como chica soñadora que soy, no me importaría tener estas navidades en la puerta de mi casa…

Con suerte el año que viene
Estaré saliendo con una de estas chicas
Pero por ahora quiero decirte sin esperanza ni planes...
Solo porque es Navidad...
(Y en Navidad se dice la verdad)
Que para mi eres perfecta,
Y que mi destrozado corazón te amará hasta que estés así.




Espero que estas navidades estén llenas de cartas, cajas, regalos inesperados y declaraciones de amor en las puertas…. Porque en las navidades hay magia y siempre se dice la verdad.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Todos deberíamos poseer una cajita dorada.

Todos los que me conocéis, sabéis mi profundo amor hacia las cajas. Las colecciono de todas las formas, materias y colores. Creo que son pequeños cofres, donde guardar nuestros mejores tesoros. Por eso, cuando leí este cuento me gustó tanto. ¡Aquí os lo dejo, espero que os guste!

Hace mucho tiempo, un hombre castigó a su pequeña hija 

de tres años por desperdiciar una envoltura de papel dorado.

El dinero escaseaba en esos días, motivo por el cual estalló

en una furia incontenible, cuando vió a la niña tratando de

envolver una caja para ponerla debajo del árbol de navidad.

Sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre, a la mañana 


siguiente fué y le dijo:"Esto es para tí papa".

El se sintió avergonzado de su reacción de furia

pero volvió a explotar cuando al abrir la caja,

se dio cuenta que estaba vacía y le volvió a gritar diciendo:

¿Es que no sabes que cuando le das un regalo a alguien, debe tener algo dentro?

La pequeña miró hacia arriba y con lágrimas en los ojos contestó:

"No papa, no está vacía ya que yo soplé muchísimos besos dentro de la caja, todos son para tí".

El padre se sintió morir, puso sus brazos alrededor de la niña y le suplicó que lo perdonara.

Según se dice, ese hombre guardó la caja dorada durante muchos, muchos años, cerca de su cama y siempre que se sentía derrumbado o deprimido, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su hija había puesto ahí.

Fuente: elmistico.com




Creo que todos deberíamos estas navidades regalar una cajita así, llena de besos, ya que con toda seguridad hay alguien en nuestra vida que se merece tenerla. A menudo caemos en las trampas del consumismo, solemos comprar regalos caros porque creemos que son mejores, que poseen algo especial, seguimos tendencias que a veces ni logramos entender y no nos damos cuenta que lo que en realidad regalamos es un objetivo vacío.

Dicen que las cosas importantes de la vida no se pueden comprar y yo cuanto más mayor me hago mas lo entiendo. Los regalos que solíamos hacer de pequeños estaban cargados dibujos, colores y mucha ilusión, solamente necesitábamos estos tres ingredientes y nuestros ojos de niños para hacer la magia.
Si revisamos nuestra vida, todos esbozamos una sonrisa al recordar nuestras navidades pasadas, cuando éramos niños y nuestros mejores valores que son la felicidad, la alegría y la ilusión aun estaban intactos.

Aunque tenemos mucho que aprender de nosotros mismos, lo importante es que estamos en ello y no nos rendimos. Por eso, aquí os dejo una idea para regalar estas navidades. Se llama “La caja de los sentidos”.
Consiste en meter dentro de una cajita objetos relacionados con los 5 sentidos que poseemos, es muy íntima, por lo tanto a quien se la regalemos debemos tener una estrecha relación para conocerlo muy bien.
Yo haría dentro de la cajita 5 apartados diferenciando mejor cada sentido, incluiría alguna nota especial y muchos muchos muchos besos como la niña del relato para que así quien la abriera, supiera que siempre tendría un beso mío esperándole dentro de la cajita.

Porque muchas veces, sólo necesitamos eso, la magia de un beso que es la que mas heridas cura… 
“Lo malo de ellos es que crean adicción”. Sabina

Feliz Navidad.


Aquí os dejo una foto de algunas de mis cajitas que tengo en mi tocador.



jueves, 1 de diciembre de 2011

¿De qué estamos hechos?

Shakespeare decía que: “estamos hechos de la misma materia que nuestros sueños”.

Y  pienso que es verdad, que somos en potencia lo que un día queremos llegar a ser y como en los sueños, poco a poco nos vamos transformando.Aunque también añadiría a esta frase: “y de amor”.

El amor siempre será la fuerza que mueve el mundo, desde el más necio al más sabio pasando por bufones, reyes y campesinos todos lo han buscado.  Ningún hombre y ni ninguna mujer han escapado a él. Los latidos que ha creado, han escrito los versos más hermosos y tristes que sobre un papel se pueden escribir.
Tampoco existe solamente un tipo de amor, se puede amar mucho a un hombre o una mujer, a un padre o una madre, a unos amigos… 
Pero lo importante es que esa magia exista dentro de nosotros y vaya de la mano siempre de nuestros sueños.
Este sentimiento es  mágico e infinito, nunca hay una medida de él  y por eso nos permite estar hechos de muchos pedacitos. 

Yo concretamente estoy hecha de tres: amigos, familia y corazón.
Si consigues que dentro de ti estén todos estos pedacitos amándote y llenando cada una de tus partes, es sencillamente perfecto. Es en ese momento en el que descubres que estas hecha de amor y de sueños.






“Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”.  George Bernard Shaw

domingo, 27 de noviembre de 2011

Con un poco de corazón...

 Personas trasplantadas de corazón manifiestan vivencias y querencias del donante”.  Esta afirmación es del el Dr. Josep María Caralps Riera, jefe del servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital Quirón.

Existe una teoría que afirma que algunas células del organismo poseen la capacidad de almacenar sentimientos y memoria y que mediante ondas electromagnéticas pueden transmitir esta información  al cerebro. Esto puede ayudarnos a explicar por qué algunas personas que reciben un trasplante de corazón también adquieren algunos sentimientos y parte de la memoria del donante.
J.M Caralps, afirma que: “hay gente, por ejemplo, que ha cambiado totalmente gustos de comida, gustos de sexo, apetencias de deportes y se ha dado cuenta después de que eran exactamente las que tenía el donante”.
Después de leer esto no puedo evitar sentirme mucho más tranquila al poder comprender el por qué alguna vez ha existido en nosotros el famoso pulso “cabeza y corazón”.  

Blaise Pascal tenía mucha razón cuando dijo que “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. 

Cada vez que en mi vida he sentido ese mismo pulso, nunca he podido entender por qué, si ambos eran parte de mi mismo cuerpo nunca se ponían de acuerdo.
Yo creo que en el corazón de las personas es donde guardamos nuestra parte más noble, que es esa parte propia que solo nos pertenece a nosotros mismos y que se compone de la inocencia, la alegría y el valor. 
Para hacerlo crecer solo necesita darle cada día amor y felicidad, en cualquier momento y en cualquier lugar. Basta con sentir, para comprender que el idioma que este posee es universal, hermoso y único.
Por eso, siempre el corazón juega con ventaja sobre la mente, porque los conocimientos de ésta, mayormente son adquiridos del exterior y tardamos mucho tiempo en sentirlos como propios e interiorizarlos, nadie nos dice si son correctos, si verdaderamente queremos poseerlos. 
Sin embargo, todo lo que hay en el corazón sabemos que es nuestro, profundo y de verdad, ni siquiera hemos podido elegir que ponemos en él,  por eso alguna veces nos sentimos dichosos y otras desgraciados, pero sea como sea lo que se siente en el  es nuestro y no podemos ni debemos cambiarlo.

En el libro: “20 poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda, aparece este párrafo que es uno de mis poemas favoritos.

Poema XII
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.








miércoles, 23 de noviembre de 2011

“Bienvenida a la era perdida de la inocencia, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables…”

“Bienvenida a la era perdida de la inocencia nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables…”

Esta es una de las frases míticas de la serie Sexo en Nueva York y en algún momento de nuestra vida todas nos hemos sentido así, engañadas o peor aún, decepcionadas por alguien o algo que queríamos.

En ese momento, ¿quién puede culparnos por perder la inocencia y dejar de creer?
La inocencia es aquella cualidad más delicada que poseemos, la que nos conecta con el niño interior que todos llevamos dentro y por eso, una vez perdida, sentimos que nos hemos hecho mayores.

Todo el mundo siempre nos habla de perderla, pero nadie nunca nos dice  como recuperarla, de lo importante que es reencontrarnos con ella, para nuestra felicidad.

En el guerrero de la luz, Paulo Coelho dice: “Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan”.

Busca la inocencia en lo más profundo de ti porque todas las grandes personas  jamás la perdieron. La misma Audrey  Hepburn decía: “Si soy honesta debo decir que todavía leo cuentos de hadas y son los que más me gustan”.
Y a ella, hay que hacerle caso.... es una musa.