sábado, 5 de julio de 2014

Los derribamos con sumas, amigo.

Siempre he pensado en la complejidad y la simpleza de las personas, en como nos unen y nos separan  pequeñas cosas entre nosotros. Cosas que al principio poco importan, pero que pasados unos años, se convierten en enorme abismos.

Siempre huimos de lo fácil, de las simplezas, de los encefalogramas planos y con más fuerza aún, de lo común. Lo normal nunca nos gustó y nos aburrió bastante.

Sumamos tantas cosas, nos cosimos tantas plumas y hemos volado tan alto, que nos hemos hecho seres abstractos, poco terrenales. Ahora perseguimos quimeras, nos vemos reflejados en los aves fenix, y pensamos en esfinges. Ya no creemos en medias naranjas, ni caballos que corran juntos, ni perros que se ladren y se entiendan.

Quisimos sumar tantas cosas juntas, que nos volvimos una ecuación compleja. Tanto que empezamos a sentirnos cercanos a los mitos y a perseguirlos. Y ahora que llevamos tiempo volando, y desde lo alto yo he creído ver uno, y tú estás seguro que no has visto ninguno...

 Solo queda seguir volando, seguir sumando plumas que nos eleven, que no permitan des-alarnos y caer. Porque aunque haya días, que parece que vamos a perder la esperanza, yo siempre creí firmemente en las leyendas, en los sueños y en las sumas. En ti, en mí y en nuestros mitos, esos que fantásticamente, aparecen buscándonos una noche o una mañana o una tarde, de un día aún por vivir, de verano.

Y hasta que aparezcan, te haré de nuevo esta sincera declaración Lori: Yo mataré cobardes simples por ti, derribándoles con sumas.

Sé que es mutuo amigo.






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