2012, Claro que no somos una pompa fúnebre...

Todo el mundo comienza el año con champán, uvas y una lista de propósitos, los escribe en un papel pequeñito y los guarda en un sitio secreto.

Otros simplemente los crean en la mente y los mantienen en sus pensamientos, pero siempre hay unos terceros que los fabrican desde el corazón, dándoles así una magia hace que sean verdaderamente importantes.

Yo este año he creado una lista peculiar de deseos que contiene todos los secretos del mundo, se compone de palabras sueltas que aparentemente no tienen relación entre sí, pero que para mí forman el tejido de mis sueños.

Y ahora que solamente poseo el momento, he decidido vivir estos próximos doce meses, como si lo hiciera por primera vez en mi vida. Me alegraré por mis aciertos y los intentaré repetir muchas veces más, no me culparé por mis fallos porque sinceramente no era mi intención cometerlos, encontrareé el placer de pasear mientras nieva y seguiré disfrutando con los míos bajo el sol.

He decidido que volveré a ser lo que yo quiera y que pensaré cada vez que me mire en el espejo, si la chica del reflejo y yo estamos perfectamente complementadas, únicamente observaré el brillo de mis ojos para saber si sigue ahí la mezcla de amor y felicidad que hay en mi corazón y no olvidaré mis manos, porque con ellas voy construyendo el mundo que he deseado tener.

“Que ya no me paro ni un momento, antes de que se nos lleve el viento” Manolo García.

Y Sonriendo, me vuelvo a poner los zapatos de cristal dando gracias por el año nuevo, ya que si los levanto y los pongo a contraluz… brillan.

Aquí os dejo un poema precioso de Gioconda Belli.

Claro que no somos una pompa fúnebre...

Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por haber hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.

Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeado de tristeza y vainas,
de muertes y escondites forzados.

Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada

porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semillas
y habitación de una sonrisa íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.

2012, Voy a ser Feliz.